El toque de queda impuesto por el gobierno chileno hace casi un año tras la detección de los primeros casos de Covid-19, es cuestionado hoy por expertos que alegan los inconvenientes de prolongar esa medida.
Aunque las cifras de la Covid-19 muestran una cierta mejoría en las últimas semanas, siguen siendo altas a nivel nacional, y la víspera el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, en declaraciones a la prensa, también defendió mantener el toque de queda, argumentando que «no es el momento para arriesgarse», sino de hacer un último esfuerzo.
Sin embargo, algunos expertos difieren, y el psiquiatra Alberto Larraín señaló que el toque de queda genera un estrés adicional por restringir la libertad de las personas, y aunque persigue limitar los contagios, con las medidas de desconfinamiento que se aplican queda ya fuera de contexto.
Recordó que según la Organización Mundial de la Salud, enfermedades mentales como la depresión, las crisis de angustia, el alcoholismo y la drogadicción aumentaron con la pandemia en 30 por ciento, por lo cual se deben limitar al máximo los factores estresantes y uno de ellos es el toque de queda.
Según el experto, la población percibe que el toque de queda busca controlar la actividad social o política, y eso genera mucha desconfianza.
Consideró que la mejor solución ante este problema es establecer otras medidas que generen confianza, eduquen y que estén a tono con el éxito del proceso de vacunación, que ha sido bien organizado, lo cual generaría un espíritu de mucha mayor colaboración.
Fuente: Crónica Digital
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