Redacción
Honduras, 18 de Octubre 2021
Honduras y El Salvador amanecieron el miércoles 13 de octubre oyendo algo que parecían ser tambores de guerra, pero, en realidad, es solo ruido de un conflicto inventado que el presidente Hernández se sacó de la chistera política el mismo día en que la oposición política hondureña anunció una alianza para intentar desbancar del poder a su partido en las presidenciales de noviembre próximo.
Su consejo de ministros, anunció Hernández, había emitido un decreto para reiterar la soberanía de Honduras sobre varios islotes del Golfo de Fonseca por los que ambos países han sostenido un litigio territorial durante décadas.
El más emblemático de ellos, Isla Conejo, un peñon de menos de un kilómetro cuadrado, no tiene valor económico, pero sí estratégico, de acuerdo con algunos analistas, porque su posesión amplía la salida de Honduras al Océano Pacífico.
El anuncio de Hernández llegó el mismo día que dos de las principales fuerzas de oposición, los partidos Libre y Salvador de Honduras, anunciaron una alianza para presentar a Xiomara Zelaya como candidata única en las presidenciales del 28 de noviembre próximo.
No es la primera vez que un político hondureño acude al islote para desviar la atención de sus problemas políticos. En 2006, Ricardo Maduro, también del Partido Nacional, acudió al litigio con El Salvador tras un desplome en su popularidad por la mala gestión en materia de seguridad pública. Manuel Zelaya, depuesto en 2009 por un golpe de Estado y esposo de la candidata Xiomara Zelaya, llevó el tema a Naciones Unidas en 2008 luego de que su cercanía con el chavismo en Venezuela le agenció fuerte oposición interna.
Fuente: Infobae
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