PRI Coahuila afina su maquinaria electoral para retener el Congreso en 2026

Coahuila

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Coahuila se prepara para afrontar uno de sus principales retos políticos en los próximos años: mantener la mayoría en el Congreso local durante las elecciones de 2026. Bajo la conducción de Carlos Robles Loustaunau al frente del Comité Directivo Estatal, el partido ha logrado consolidar una racha de victorias que refuerzan su posicionamiento como fuerza dominante en la entidad.

El dirigente priista ha establecido una estrategia de operación política eficaz, basada en la disciplina interna, el fortalecimiento de estructuras y la definición clara de liderazgos, lo que ha permitido al partido mantenerse competitivo en un entorno político cada vez más fragmentado. Este desempeño convierte a Robles Loustaunau en una figura clave para coordinar la próxima contienda legislativa, cuyo resultado definirá el equilibrio de poderes en el estado.

Con el proceso electoral en el horizonte, el priismo coahuilense se enfrenta al reto de conformar una lista de candidatos que no sólo cuenten con trayectoria y capital político, sino que también respondan a un perfil ético y profesional que resuene con un electorado más exigente. Para ello, será crucial reforzar la unidad partidista y evitar divisiones internas que pudieran abrir brechas en el proyecto electoral.

La selección de perfiles tendrá que pasar por filtros rigurosos que valoren tanto sus capacidades técnicas como su independencia frente a intereses externos. La apuesta es por abanderar candidaturas que reflejen cercanía ciudadana, integridad y una visión clara de desarrollo legislativo, en lugar de reproducir prácticas del pasado como el clientelismo o el corporativismo, que ya no tienen cabida en la nueva realidad política del estado.

En este contexto, el papel del presidente del partido será determinante. Más allá de fungir como coordinador, Robles Loustaunau deberá ejercer liderazgo efectivo para posicionar a los candidatos, asegurar cohesión interna y conducir una campaña orientada a resultados. La movilización territorial, la narrativa de campaña y la articulación con el gobierno estatal serán claves para preservar la gobernabilidad y facilitar el tránsito legislativo en los años venideros.

Además, será fundamental contener cualquier intento de confrontación interna. Las decisiones sobre candidaturas deben gestionarse con apertura y claridad, minimizando riesgos de rupturas que, en el pasado, han afectado la competitividad del partido en otros territorios.

El PRI en Coahuila es consciente de que las condiciones políticas han cambiado. Ya no se opera desde la lógica del control institucional ni del uso de estructuras gubernamentales para asegurar votos. Hoy, la legitimidad se gana con propuestas, con trabajo en territorio y con un discurso que conecte con las demandas reales de la ciudadanía.

El camino hacia 2026 exigirá inteligencia táctica, comunicación eficaz y una estructura partidista sólida. El objetivo es claro: mantener el control del Congreso local para garantizar la viabilidad de la agenda legislativa y consolidar un cierre de administración estatal ordenado, que permita proyectar al Ejecutivo hacia nuevas responsabilidades políticas.

El PRI en Coahuila se juega en 2026 algo más que una elección legislativa. Está en disputa su capacidad para seguir siendo un actor relevante en el tablero político del estado. Con un liderazgo consolidado y una estrategia bien definida, el partido se encamina a una nueva batalla electoral en la que la disciplina, la unidad y el talento político serán sus principales activos.

Fuente: Vanguardia

 

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