Pentágono confirma plan de contingencia ante una eventual salida de Nicolás Maduro de Venezuela
Internacional
El Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmó que mantiene activo un plan de contingencia para responder en caso de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, abandone Venezuela. La declaración se produjo este miércoles en medio de una creciente tensión entre Washington y Caracas, marcada por el despliegue militar estadounidense en el Caribe y el Pacífico y por el incremento de operaciones contra embarcaciones señaladas como parte de redes de narcotráfico.
Un plan preparado para ejecutarse de inmediato
Funcionarios estadounidenses fueron cuestionados sobre las acciones que podría emprender Washington si Maduro dejara repentinamente el país. En respuesta, el Pentágono reveló que cuenta con un plan operativo diseñado para activarse sin demora y adaptarse a distintos escenarios regionales.
El Departamento de Defensa indicó que el programa se mantiene bajo la supervisión constante de las áreas de inteligencia, logística y operaciones, lo que permitiría una implementación inmediata si la Casa Blanca emitiera una instrucción formal. Aunque no se proporcionaron detalles estratégicos, portavoces insistieron en que cualquier decisión se basa en consideraciones de seguridad nacional y estabilidad regional.
Operaciones recientes en el Caribe y el Pacífico
La confirmación del plan coincide con operaciones militares que Estados Unidos ha ejecutado desde septiembre en el Caribe y el Pacífico. Estas acciones han derivado en 21 ataques contra embarcaciones señaladas como parte de actividades ilícitas, con un saldo de 82 personas clasificadas por el Pentágono como integrantes de organizaciones criminales.
Según el Departamento de Defensa, los operativos buscan frenar el flujo de sustancias ilegales hacia territorio estadounidense. “Cada operación se basa en análisis de inteligencia, riesgo y probabilidad de amenaza”, señaló una portavoz, mientras organizaciones internacionales han pedido mayor transparencia en el uso de la fuerza.
Controversia por ataques sucesivos
Uno de los puntos más debatidos ha sido la confirmación de un segundo ataque contra sobrevivientes de una embarcación que ya había sido alcanzada previamente. Según el Pentágono, la decisión —autorizada por el almirante Frank Bradley y respaldada por el secretario de Defensa, Pete Hegseth— tuvo como objetivo “asegurar la destrucción total del barco” y neutralizar una “amenaza activa”.
La explicación ha generado cuestionamientos sobre la proporcionalidad en el uso de la fuerza y el respeto al derecho internacional humanitario, especialmente por tratarse de una acción posterior al primer impacto.
Argumentos del Pentágono
El Departamento de Defensa sostiene que la clasificación de los tripulantes como narcoterroristas está respaldada por inteligencia que detalla rutas, origen, destino y tipo de cargamento. Asegura además que las operaciones se ajustan a marcos legales internos y buscan proteger a la población estadounidense de amenazas transnacionales.
Sin embargo, especialistas advierten que las fronteras entre acciones defensivas y ofensivas pueden volverse difusas, sobre todo cuando los operativos ocurren en aguas internacionales o zonas con complejidades jurisdiccionales.
Tensiones renovadas en la región
La revelación del plan de contingencia ocurre en un contexto de fricciones diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela. El gobierno venezolano ha interpretado el despliegue militar estadounidense en rutas estratégicas como una provocación, mientras Washington afirma que no busca un enfrentamiento directo con Caracas.
Analistas advierten que el anuncio podría influir en la dinámica política interna venezolana y en la reacción de gobiernos aliados en la región.
Un escenario incierto
Aunque la eventual salida de Nicolás Maduro sigue siendo una hipótesis, el Pentágono dejó claro que contempla ese escenario dentro de sus evaluaciones estratégicas. Para especialistas internacionales, la revelación funciona tanto como advertencia como reafirmación de control territorial por parte de Washington en el Caribe.
A medida que aumenta la presión externa y la situación interna en Venezuela continúa deteriorándose, las decisiones del gobierno estadounidense seguirán siendo un elemento clave en la estabilidad geopolítica de América Latina.
