Descontento en las calles: Colombia marcha contra el Gobierno de Gustavo Petro

 


Colombia

Las masivas marchas contra el gobierno del presidente Gustavo Petro, que se llevaron a cabo este domingo en unas 20 ciudades de Colombia, estuvieron marcadas por un fervoroso rechazo sin violencia pero con evidentes muestras de odio.

La consigna predominante en estas movilizaciones, que congregaron a decenas de miles de personas en las calles, fue "¡Fuera Petro!", acompañada de expresiones clasistas y racistas dirigidas tanto al presidente como a su vicepresidenta, Francia Márquez, criticándolos por sus orígenes humildes, el color de su piel y su forma de hablar.

En las marchas, se podía observar pancartas con epítetos despectivos hacia Petro, mientras se escuchaban cantos que denunciaban el supuesto riesgo del comunismo, la estatización económica y se hacían comparaciones con Venezuela. Estos cánticos reflejaban un ambiente cargado de indignación y enojo, con acusaciones de terrorismo y asesinato dirigidas al mandatario.

Los manifestantes, en su mayoría adultos y adultos mayores, repetían rumores infundados sobre supuestas amenazas económicas y políticas que el gobierno de Petro representaría. Estas falsedades alimentaron la convocatoria y la intensidad de las protestas.

Frente a estas afirmaciones sin fundamentos, líderes sociales y políticos de izquierda instaron al gobierno a utilizar los medios de comunicación estatales para aclarar y educar sobre las propuestas gubernamentales en curso. El escritor Germán Ayala Osorio llamó al presidente a desmentir las falsas premisas que llevaron a muchos a unirse a las marchas.

Algunos analistas señalan que las reformas profundas en el sistema de salud, pensiones y trabajo han convertido al Congreso en un campo de batalla entre las fuerzas del gobierno y las del establishment, mientras que los medios tradicionales alimentan la polarización.

El gobierno, que enfrenta cifras económicas negativas y una situación de violencia en zonas rurales, se encuentra en la mitad de su mandato con una baja popularidad evidenciada en encuestas recientes que muestran hasta un 60% de desaprobación.

Laura Sarabia, directora del departamento administrativo de la Presidencia, reconoció la magnitud de las protestas y llamó al gobierno a reflexionar y hacer autocrítica.

Por su parte, Gustavo Petro respondió a través de sus redes sociales, respetando las manifestaciones pero advirtiendo que su objetivo es derrocar al gobierno.

El ministro del Interior informó que las manifestaciones transcurrieron pacíficamente y que el gobierno garantizó la seguridad.

En resumen, las marchas del domingo reflejaron un fuerte descontento hacia el gobierno de Petro, marcado por un clima de odio y rechazo, aunque transcurrieron sin violencia evidente.

Fuente: La Jornada

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