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El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, presentó una estrategia para reducir el precio de la tortilla en las 110 mil tortillerías del país. Sin embargo, la propuesta ha generado críticas por omitir dos factores fundamentales: el impulso a la productividad y comercialización del maíz y el combate a la extorsión en la cadena de producción, que encarece el producto final. Según analistas, el déficit en el sector maicero se estima en 4.4 mil millones de pesos, una cifra que impactará en la próxima cosecha.
Además, las políticas de acopio de Segalmex, ahora a cargo de María Luisa Albores, también enfrentan controversias. En 2023, el organismo adquirió 1.75 millones de toneladas de maíz blanco a un precio elevado para terminar vendiéndolo a menor costo, resultando en un daño patrimonial de alrededor de 5 mil millones de pesos. Mientras tanto, la sequía y los cambios en el sistema de precios de garantía han provocado una producción de 23.4 millones de toneladas de maíz blanco, la más baja en una década, lo que obligará al gobierno a destinar 4.4 mil millones de pesos adicionales para su adquisición, a fin de asegurar el suministro a pequeños productores.
El plan, conocido como "Taquito de Frijol", propone reducir un 10% en el precio de la tortilla, pero se enfrenta a retos en otros sectores, como el maíz amarillo, cuya baja producción hará que México importe la cifra récord de 23.8 millones de toneladas. A esto se suma la insuficiente producción de frijol, afectada también por la sequía, lo que obligará a una importación histórica de 400 mil toneladas. Expertos como Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, destacan que el problema no es de "autosuficiencia", sino de seguridad alimentaria.
Fuente: Columna publicada en La Razón de México