Redacción | Estados
De cara a las
elecciones del año 2023 en Coahuila, el Partido Revolucionario Institucional
prepara una estrategia para mantener el control del estado, aunque para ello
sea necesario entregar las riendas del gobierno a un candidato que represente
los colores de otra institución, en este caso de Morena.
La apuesta del priismo,
o específicamente del “Moreirismo”, representado por el exgobernador y ahora diputado
federal Rubén Moreira, es el
senador y empresario minero Armando Guadiana, quien seguirá en su intento de gobernar la entidad para garantizar
el crecimiento de sus negocios, que ya son de por sí exitosos con la venta de carbón a la CFE.
Moreira Valdez busca
demostrar que mantiene aún el poder en Coahuila, incluso por encima de la cúpula de su partido a nivel estatal, por tanto,
recurre a una fórmula ya conocida: la misma que utilizó en el proceso electoral de 2017 para garantizar la
victoria del candidato del PRI, en aquel entonces para llevar a la victoria a
Miguel Riquelme.
En los hechos,
Moreira quiere usar otra vez a Morena para gobernar tras bambalinas seis años más; por lo que necesita, de entrada, garantizar a
Guadiana como el candidato que abandere, por lo menos en el papel, los
intereses del movimiento de la 4T, algo que en el escenario actual se encuentra
cuesta arriba.
Desde hace varias
semanas, se tiene claro que el presidente Andrés Manuel López Obrador impulsa para
el gobierno de Coahuila al subsecretario de Seguridad Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, el mismo que aparece cada semana desde la
conferencia de Palacio Nacional para informar sobre las acciones incluso de
procuración de justicia.
En un principio, Mejía Berdeja sonaba como sustituto de Alejandro Gertz
Manero en la Fiscalía General de la República, justo cuando
el caso de la familia política del actual Fiscal se discutía en la Suprema Corte, y cuando la liberación de
Alejandra Cuevas se volvió vital para mantener el discurso de transparencia y
de justicia. La autonomía del nuevo órgano y la dificultad para alcanzar en
el Senado un acuerdo con la oposición fueron suficientes para recalcular el
rumbo, y para enlistar a Ricardo Mejía como aspirante a
gobernador de su estado, con el beneplácito ni más ni menos que del titular del Ejecutivo a nivel
federal.
Fuente: Sol del Centro
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